La masa con levadura permite hacer muchas cosas deliciosas en pastelería y panadería. Acá te dejo algunos consejos que tenés que tener en cuenta para que este tipo de masa salga 10 puntos!
Tenés que verificar la frescura de la levadura antes de utilizarla: debe estar húmeda, de color uniforme y sin manchas oscuras. Si se trata de levadura seca, el sobre debe estar completamente cerrado porque una vez abierto la levadura pierde su fuerza.
La levadura fresca se conserva en vuelta en papel aluminio hasta 2 meses en la heladera y hasta 5 meses en el freezer.
Disolvé siempre la levadura en un poco de líquido tibio 37 grados en la thermomix. Si el líquido está demasiado caliente corrés el riesgo de matar el fermento e impedir el levado.
Mientras batís, la preparación debe tener consistencia gomosa. Incorporá la harina una vez aireada la masa, hasta que se desprenda del recipiente.
Para un levado perfecto tenés que cubrir el bollo con film o plástico y dejar descansar la masa en un lugar tibio hasta que alcance el doble de su volúmen.
No se puede exponer el recipiente con la masa, mientras ésta leuda, a corrientes de aire.
Para comprobar que la masa está lista para hornear, podés presionarla con un dedo. Si retoma de inmediato la forma inicial, es que ha alcanzado la consistencia elástica adecuada. Llegado este punto la cocción no debe demorarse porque la levadura sigue actuando y la preparación corre el riesgo de tomar un sabor demasiado fuerte.
No te apures con el levado dales tiempo y tene paciencia!!
Cocinar la masa en horno precalentado de 180 a 220 grados depende de la receta.
Para lograr cortezas doradas y tiernas en panes y facturas podés pincelar la masa con huevo batido antes de hornearla. Una vez cocida, podés pincelar la masa con agua e introducirla nuevamente al horno por unos segundos